A veces, cuesta mucho más eliminar un sólo defecto que adquirir cien virtudes.

viernes, 18 de junio de 2010

He conocido mucha gente; unas personas con las que las risas eran inevitables, otras que una mirada era suficiente para hablar, otras con las que he estado de careto muchos minutos, algunas filosóficas que tienen siempre algo que decir para cada ocasión, personas con las que paso mucho tiempo, otras en cambio a penas les veo, unas habladoras, que comparten todo, otras con quien fumar un buen cigarro, personas de confianza otras al contrario tan sólo de un saludo, con las que hacer el tonto por la calle, o ir de maduros por la vida, personas difíciles de tratar, sabelotodo, pesimistas, personas impacientes o pacíficas, personas a las cuales tardo mucho en conocer, o las que conozco con un par de minutos, personas que a pesar de los años siguen igual, otras que cambian, personas con las que podré contar siempre, personas increíbles, inolvidables y únicas con las cuales he pasado muchos momentos.
En definitiva, dos tipos de personas: las que han pasado por mi vida sin dejar huella y las que la han dejado para siempre

No hay comentarios:

Publicar un comentario